Marianne

Sábado de esos épicos. Desde temprano supe que sería un día muy distinto a todos, estaba cantado que la aventura estaría presente, y es que volvería a reunirme con mis «roomies».  Cuando estamos juntos cualquier cosa puede pasar. Llego la hora, nos reunimos, platicamos y sobre todo limpiamos, ya hacia falta, la casa no sería más una pocilga del medievo.

Y hasta ahí llego la reunión, simple y sin aventura, pero aun no terminaba el día y había mucho por explorar. Entonces solo quedamos el buen llamado «Fellas» y yo. Me sorprendió y nos lanzamos a la aventura en su auto, recorrimos carreteras, visitamos lugares, campos verdes, un río lleno de vida…..y decidimos que era tiempo de comer. Entonces mi buen amigo y yo fuimos una bien merecidas «chelas» y unos buenos mariscos, perfecta combinación con el calor de la tarde. Comimos y nos encontramos al «Maestro», iba con sus amigos y nos invito a ir con ellos, iríamos a un lugar, iríamos por más chelas, iríamos por mas diversión, iríamos a bailar, iríamos a la aventura.

Ya era de noche y salimos, el lugar estaba lleno, la música sonaba fuerte, desde clásicos de los 80’s hasta lo nuevo del synth-pop sonaba, agradable lugar, ambiente de fin de semana, diversión asegurada. Y ahí fue donde la ví….

Esta con sus amigas (creo que lo eran), y aunque la iluminación del lugar era muy tenue, la podía ver bien, ella miraba al cielo, y yo no dejaba de verla, de mi misma edad,  su piel de un tono moreno claro, casi sin maquillaje, solo un poco en sus labios, que combinaban perfecto con el ambiente del lugar, un tono rojo fuerte; vestía una chamarra de cuero negro, una camisa a rayas, una falda color azul marino, un estilo alternativo si así puede decirse; pelo negro y largo, estará demasiado sedoso, pensé,  ojos resplandecientes y de un bonito color miel, !pero si estaré soñando!, solo le hacen faltas unas cuantas «pequitas» y es mi chica ideal!, era un «sueño», y fue entonces cuando se dio cuenta que la miraba y volteo a verme, nuestras miradas se cruzaron y me sonrió  yo apenado agache la cabeza y seguí caminado rumbo a mi lugar donde ya me esperaba «el maestro» y «el fellas». Recuerdo que un amigo me dijo que para nosotros los de autoestima bajo, con una simple sonrisa nos enamora, quizás fue eso, pero no dejaba de pensar en esa cara, en esos ojos, en ese cabello, en esa sonrisa…

Ya en la mesa con mis amigos pidieron algo de beber, yo buscaba a esa chica, y la encontré, ahora estaba como a 4 mesas de donde yo estaba, pero aun así no había obstáculos y la podía seguir admirando con la misma devoción de cuando llegue al lugar; las enseñanzas del maestro me pueden funcionar ahora, me dije, la música cambio a sonidos de los 90’s, «La Calle de las Sirenas» ya sonaba, y como si de un hechizo se tratara lo hice, tome mi vaso y de un solo trago mi «Red Label» cayo en mi estomago, mato seguro a muchas mariposas que ya rondaban ahí, me pare decidido a hablarle, camine, lo mejor que nunca lo he hecho, recto y … trague saliva, estaba justo en frente de ella, ella miraba el techo  y le dije:

-Hola! Bonito lugar verdad? «La calle de las sirenas» una de mis rolas favoritas de cuando era niño! – le dije con voz alzada para que me escuchara, la música estaba muy alta. Por un momento pensé en contarle la historia de «Pac-man», al mas puro «Scott Pilgrim Style» pero desistí, una vez lo intente y no funciono muy bien que digamos.

-Que onda!- me respondió ella con la misma sonrisa de cuando la estaba viendo- Si verdad, yo vengo regularmente aquí, siempre ponen buena música, no te quedes ahí parado, siéntate – me dijo de una manera muy dulce, o eso era lo que mis ya enamorados oídos escuchaban, tome asiento y me di cuenta que sus amigas bailaban en la pista y ella se había quedado sola, que mejor oportunidad.

– ¿Y tu no bailas? – le pregunté – No!!, tengo dos pies izquierdos- me dijo sacando una carcajada, yo hice lo mismo y me reí, me pareció muy gracioso, o eran los nervios, o era la bebida que ya hacia efecto, de cualquier forma sonreí con ella. 

– Pues bienvenida a mi mundo ! Yo soy malisimo bailarín  y cuéntame ¿estudias, trabajas? – empece mi interrogatorio, sin dejarla de ver a esos ojos color miel y ellos no dejaban de verme a mi.

– Pues estudio relaciones industriales y tu? – sus ojos brillaban con esas luces estroboscopicas del lugar – Yo estudio ingeniería en sistemas computacionales, en la FIMEE- me apresure a decirle para causar una buen impresión.

– Orale, debes de ser bien inteligente verdad? – sus ojos se cerraron al hacerme esta pregunta de la forma mas tierna jamás inventada – Naa, no tanto, le hecho muchas ganas! – «medias-mentiras» si recordaba mi ultimo trimestre

– Y ya casi terminas? El que viene sera mi ultimo semestre! – su sonrisa era perfecta, esos labios rojos era perfección  eran el cielo  – Pues me faltan como 10 materias, pero ya ando haciendo mi tesis- de nuevo queriendo causar una buena impresión  Y de que será? Dime aunque no te voy a entender mucho – soltó una carcajada, en este punto mi ojos se perdían en ella – Pues el tema es de realidad aumentada……

Comencé a contarle de la escuela, ella de la suya, ella estudiaba en Guanajuato pero estaba ya de vacaciones, me contó de sus amigas, de como una de ellas «festejaba» su ruptura amorosa, me contó de sus películas favoritas, de que había llorado con «Ruby Sparks» que «500 Days of Summer» era su historia, de su actor favorito Jared Leto; me contó de su música favorita, de «Technicolor Fabrics», de que la música de banda no le gusta, de que odia los corridos, de la vez que fue al «Vive Latino»; era tanta compatibilidad eran tantas cosas, yo no dejaba de oírla  aunque en momentos no entendía que decía  la música estaba fuerte y yo no dejaba de verla, ya estaba perdido en su ojos, fue como la primera vez que escuche a «The Beatles», magia pura.

– Oye pero no me has dicho como te llamas- mi miro con la misma sonrisa de toda la noche- Me llamo Jorge, pero todos me dicen «Jack» o «Mosquito», tengo varios apodos, algunos no saben ni como me llamo! – los dos reímos- Yo me llamo Marianne!

Marianne, Marianne, suena a mar, suena a nombre de ángel , que bello nombre.

– Que chido nombre! Nunca había conocido a alguien que se llamara así ! Que buena onda!

-Te puedo decir algo? – me pregunto un tanto apenada -Claro! pregúntame lo que quieras !

– La verdad me pareciste algo «raro» cuando llegaste y te  me quedaste mirando.

– Aaa, perdón, es que pues, eres muy bonita y pensé que estaba soñando y no podía dejar de verte y así – estaba mas rojo que nada, ella también- Gracias, eres muy lindo !

La conversación siguió tranquila, habían pasado como 4 canciones y sus amigas seguían en la pista, a lo lejos el maestro me miraba cómplice y levantando su vaso me hizo señal de aprobación  entonces le invite un trago, llego el mesero y pedimos una «michelada», casual el asunto, empezamos a tomarla y la platica siguió.

Eran ya las 11 de la noche y «el fellas» me hizo una señal, era tiempo de irnos, fui rapidamente a hablar con él y le dije que se esperara un poco más, él a regañadientes acepto, entonces volví con Marianne.

– Oye hace calor, que tal si vamos a fuera- me dijo ella a lo que no dude ni un momento y salimos. Era un poco mas baja que yo de estatura, pero dada la mía, pues ella era muy bajita, me tomo de la mano y salimos de ahí.

– Crees que se acabe el mundo ? – le pregunte mientras los dos miramos al cielo- No no creo, todo seguirá como siempre. Entonces ocurrió, los dos nos mirábamos, le eche un vistazo a  sus labios y no lo pensé, le dio un pequeño beso, le pedí disculpas, – No te preocupes, esta todo bien, yo.. la verdad.. tenía ganas de darte uno….

Y así fue, nos besamos, la noche ya de por si mágica se hizo épica  volteamos al cielo y tomados de la mano vi una estrella fugaz, raro que se viera debido a la contaminación

– Pidamos un deseo – me dijo y lo hice.

– Que pediste?

– Si te digo no se hará realidad!

– Anda ya dime !

– Pedí que esta noche dure para siempre!- y la volví a besar

Todo era tan lindo, tan épico, pensé en estar soñando pero no, era verdad, estaba pasando, de verdad pasaba!

Eran ya las 12 am.

– Vamos ya we !! – me grito el fellas 

Yo seguía de la mano con ella mirando el cielo y de vez en cuando miraba sus ojos y me volví a perder en ellos.

– Tienes facebook?- Sí!

– Agregame

– Pero como tienes o qué? – Búscame como Jorge Granados

– Esta bien yo te agrego ! 

Le di un beso como despedida, un tanto largo y muy lento; me subí al coche y fue cuando pensé : «facebook, tienes facebook? que pregunta tan mas idiota!!!! Ni siquiera sé su apeido ! Estupido de mi!»

– Tienes al menos su numero de teléfono verdad? – me pregunto el maestro

Mis ojos estaban en blanco, ni siquiera eso le pedí.

– ¿ qué fue esto? ¿»medio ligue»? Soy un tonto, un idiota! – solo me lamentaba

«El maestro» y «el fellas» no paraban de reír. Mi momento más mágico en mucho tiempo y lo arruine completamente, nunca la volveré a ver, el mundo se acabara y nunca sabre de ella! Le falle al maestro. Me falle a mi…

Han pasado dos días desde esa noche, aun nadie me agrega al face, no creo que lo haga, cuantos Jorge Granados existen en el mundo, miles.

Así son los buenos momentos en mi vida, son tan mágicos, tan de película  tan de amor, y tan efímeros,  es mi mal, tengo que hacer algo para cambiarlo…

Por el momento no puedo olvidar esos ojos, esa piel, ese cabello, esos labios, no dejo de pensar en ella: Marianne.

 

Las Etapas del Amor

De cuando «El maestro» anda inspirado, anda inspirado,  y más cuando tenemos una de esas escapas al mundo real y se encuentra con alguien.

Y fue en el centro de esa ciudad gris y contaminada cuando se me ocurrió decirle: «Maestro, estoy enamorado», él voltea y se ríe y me dice: «No Jack, tu no estas enamorado, tu estas distraído , «Eso es una canción de Facundo Cabral «, pensé,»El Maestro» volvió a reír.

«Te falta saber del amor Jack!, te diré las etapas que pasas para saber si es amor», obviamente eso me parecía una mentira, ¿el amor tiene etapas? NO, el amor es el amor, no más y por ende, es el enamoramiento, pero para el maestro todo tiene etapas, todo es organizado; me deje llevar entonces por su plática y al vez que comíamos un buen «Vikingo» me cuenta:

1.-Atraer

Esto es lo primero que pasa: ves a alguien, te gusta su cabello, su olor, su piel, sus ojos, sus manos, la forma de sus labios, te gustan hasta sus cejas, pero físico, no más, sólo eso, puedes no conocerla  y aún así te atrae. Así que eso que te pasa cada 5 minutos cuando ves alguien y que tu dices:» me enamore», no lo es, te atrae, atrae físicamente y ya.

El «Vikingo» se había acabado, tuvimos que servirnos otro, total, estaban en oferta (luego hablare de la calidad de ese pan), y continua:

2.-Gustar

Te atrajo tanto esa persona que : le llegaste y le preguntaste la hora, o la agregaste al face, en tu caso mi buen Jack, la agregaste al face, y en tu caso, no te acepto, y si lo hizo fueron 3 semanas después ( maestro más sabio no pude tener) , y estas en la segunda etapa, la empiezas a conocer, empiezas a ver que tienen cosas en común, que a parte de físicamente ahora sus pensamientos te gustan, y si no te atrajo, quizás te brincaste a esta etapa, te gusta por lo que es, por su esencia, hay algo ahí.

Para esto yo estaba mas preocupado en acabar mi barata comida que en pensar cuantas veces me había pasado eso, en mi experiencia siempre me salto a esa etapa, y siempre confundo señales, no sé si eso es amor.

3.-Querer

Cuando las cosas van bien y ves que aparte de física y sentimental hay algo mas, algo mas espiritual, de que deseas que él o ella estén a tu lado, de que te canten una canción, de que te hablen al cel, de que te dejen mensajes en Facebook, eso es querer, Inmediatamente vino a mi mente la canción de Chetes: «Querer, es no poderse contener», eso Jack, es querer.

Para este punto yo sentía que esas salchichas tenían algo mal, no creía en él, para mí era diferente, la vida y las mujeres me habían dicho otras cosas, el amor no se clasifica, no es así como funciona.

4.Amar

Tan pronto  este paso?, «El Maestro» decía que sí, el querer es un paso largo llevo tiempo, o segundos, pero es algo fuerte, es más allá, ni yo sé lo que es, es compartir, es todas las etapas anteriores, es otro mundo,  es un sentimiento sublime que se manifiesta por una serie de reacciones químicas en el cerebro, mi mente exploto!

Salimos del lugar y no tardamos pronto en aplicar estos pasos, pero eso será otra historia, a este punto «El Maestro» ya sabia mucho de mí, yo de él muy poco, pero por esta vez le creeré.

El destino: Guía rápida de su influencia

Tengo un amigo al cual le llamo «El Maestro», es mi mentor ahora en esto de la vida, mi guía espiritual, mi gurú personal.

Se me ocurrió entonces salir a pasear con él y ver que pasaba con eso llamado el destino, platica que le dije que me diera después de que en esta semana sufrí de esas llamadas «decepciones» en el amor (historia que pronto contaré). Divagando y observando el me enseñaría como se comporta eso que le llamamos destino.

Pero que es el destino sino una serie de actos fortuitos que hacen que triunfes (o fracases)  en  la búsqueda de tus objetivos.

1.»Es Cosa del Destino»

Empezó la caminata y sin rumbo nos topamos con alguien a quien llamaré «Señorita Z», se acerca a nosotros y nos da un volante y nos dice: «Hola, para que vayan» y se aleja con una sonrisa no sin antes  «El Maestro», tratándome de mostrar el camino, le dice a la  «Señorita Z» : «Ok, si vas a estar ahí, entonces sí vamos» y ella le contesta con una sonrisa cómplice, es aquí donde aparece la primer premisa: «Es cosa del destino». Ya que de no habernos ido por esa calle no la hubiéramos encontrado, si hubiéramos ido en auto nada hubiera pasado, pero paso, así es el destino no lo planeas, dejas que ocurra. Y así conocimos a la «Señorita Z».

2.»No hay que forzar al destino»

Seguimos con nuestra caminata y decimos seguir con el plan del destino, y giramos en la calle, de nuevo la encontramos, entonces seguimos caminando y decidimos que «forzaríamos» al destino, así que empezamos a dar vueltas en esa zona esperando encontrarnos cada vez con la «Señorita Z», cada vez sería distinto, cada vez diríamos algo nuevo, cada vez nos la toparíamos, pero cada vez sería forzado, ya que nosotros la buscaríamos y no el destino nos la pondría enfrente. Y paso, la encontramos y cada vez le dijimos algo y cada vez correspondió y cada vez actuábamos más, no eramos auténticos, así no se juega, así no es destino, así es «aperramiento», eso fue un «fail» mayúsculo.  Y es cuando el maestro se voltea y me dice: «Nunca forces al destino»

3.»A veces hay que ayudar al destino»

Un tanto mal salimos de ahí, ya con la idea de que no hacíamos bien, subimos al coche y salimos a toda velocidad, de repente el destino aparece de nuevo: «Comienza la lluvia», «El Maestro» y yo volteamos y sin decir una palabra, pero pensando lo mismo: «¿que pasaría con la «Señorita Z»?  Esta bajo la lluvia, se esta mojando, hay que ayudarla!» No la podíamos dejar ahí, y aunque ya lejos de donde la encontramos, emprendimos el regreso, a toda velocidad, calculando la sincronización de los semáforos, calculando el justo momento del encuentro, era nuestra oportunidad, y que aparece ese ente de maldad/bondad, el destino, y de repente la lluvia se esfuma… maldito destino, lo tratamos de ayudar y así nos paga! Maldito 3 veces!.

4.»No hay que ayudarle demasiado al destino»

Es lo que «El Maestro» me dice después de un nuevo fracaso, montados en el auto, seguimos la ruta, y esa sincronización nos la hace de nuevo, quedamos varados a medio camino de ella y de la nada, y es cuando sin forzar y sin ayudar nos llega una nueva oportunidad, ella sigue ahí, es tiempo de aplicarnos, es tiempo de la estocada final, entonces se acerca a nosotros y le decimos: «Ya nos diste un volante, pero lo que no nos diste fue tu número», y ella nos dice : «Date otra vuelta y ahorita»,  otra vuelta? la 360? NO! esta vez no ayudaríamos al destino! O sí?

5.»No hay que contradecir al destino»

Entonces que era esto, la vida nos lo da y quita, emprendimos la huida y comprendimos cosas, nos la topamos, pero se fue, llovió pero se fue, la vimos y nos dejo, es cambio, es la entropía, es no volver atrás , entonces paso o no, sí paso pero si los fracasos eran más, fracaso al final sería, así que por que seguir?, entonces cuando no es para ti no lo es, nunca lo fue, no lo será.

«El Maestro» voltea se ríe y me dice que todo fue una prueba, que viera lo que paso con mi fracaso amoroso  reciente, es lo mismo dice, es el destino dice, es las formas en que se nos presenta. Y así comprendí, lo caprichoso que es el destino y como no jugar con él, «El Maestro» por otro lado aprendió a como no aburrirse conmigo…….