La soledad del corredor de distancias medias

La mitad no es algo completo. Eso es obvio. Y sin embargo ¿Lo entiendes?

Eres el corredor que se detiene a la mitad. Una mitad es el pasado. La otra es el futuro ¿Dónde queda el presente? Justo donde estas parado ¿Y a los lados? No se puede ir a los lados. Eso no lo hacen los corredores. Nunca se ha visto a un corredor rodear y aún así llegar primero. Matemáticamente es imposible. La distancia más corta entre el inicio y el fin es una línea recta.  Vas por un camino y lo sigues. Recuerda. Eres un corredor de distancias medias.

En la mitad del pasado, la mitad atrás de ti ¿Qué queda? Pues quedan los recuerdos. La añoranza. Queda la magia de un presente ya pasado. El pasado que creías que era lo mejor y que cada vez el futuro inmediato lo fue superando ¿Te das cuenta? Me doy cuenta. Sigues avanzando ¿Por qué avanzas? Pues porque ya no quieres vivir en ese pasado, se torno oscuro y borroso. Eres un corredor recuerda. No te detienes. Sigues avanzado. A eso te dedicas. No mires atrás. No lo hagas. Sigue avanzando …

Estas justo en el presente, en la singularidad entre el pasado y el futuro, en ese instante llamado presente. Te haces preguntas ¿Me extraña? ¿Me quiere? ¿Me piensa? Te tengo una mejor, ¿Te quiso? ¿Te amo? No lo sé.  Pero estas a la mitad, estás viviendo algo, ¿Qué es?. Es una fantasía, no importa, dura lo mismo que el presente, nada.  Es una fantasía que me estoy inventando, pero que  tiene una base cierta. Es mi fantasía del presente. Que no nació en mi pasado, que nace ahora y que quiero que siga al futuro. Y es con quien piensas, lo admito, es con ella ¿De nuevo? Es correcto. Con ella. Hay algo, no se que sea pero hay algo. Sigue avanzando, de verdad…

No puedo me gusta aquí, es tan perfecto, tan sempiterno, no me quiero ir, me gusta estar a la mitad. Mírale, ella está ahí, pero en otro camino, y esta justo a la altura de mi carrera. Mas no me puedo unir a ella, no puedo salir de mi camino ¿Verdad? No, no puedes, recuerda, es una línea recta ¿si la quiero alcanzar como le hago? Ya no puedes, no corre en tu camino. Eso no importa. Sí importa. Es que ve, nuestras aspiraciones están envueltas en los libros, nuestras inclinaciones están ocultas en las miradas ¡Y qué miradas! ¿A qué es perfecta? Lo es. Pero entiende, ella no está en tu camino, no está en tu carrera. No te ve a ti, ve a alguien más, tú la ves pero ella no te ve a ti.  No voltees, no mires, sigue adelante. Pero es ella. No importa sigue. No puedo. Sí puedes. Es una carrera. Continua.

Avanza sin mirar atrás, el presente ya es pasado, déjalo allá lejos. Ya puedo. Te dije. Yo puedo. Tú puedes. Anda que no falta mucho. Lo sé, pero me siento solo. No temas estoy contigo. Por eso me siento solo. Pues tu eres yo, yo soy tu. Es que eres un corredor, un corredor de distancias medias, era normal. Bienvenido. ¿A dónde llegue? ¿Ya acabo la carrera? No, esa acaba con la muerte. Estas en otro lugar. ¿Dónde? ¿A dónde he llegado? Has llegado a la soledad del corredor de distancias medias. 

Viceversa

–          ¿Cuándo fue eso?

–          Apenas, no tiene mucho que paso.

–          ¿Apenas? Quiere decir  que paso este fin ¿verdad?

–          Es correcto

–          Y entonces…

–          Entonces nada, no hay nada

–          ¿Volviste a hablarle?

–          No

–          ¿Y le extrañas?

–          Sí

–          …

–          …

–          …

–          De nuevo tus incómodos silencios ¿Es que nunca vas a cambiar?

–          No

–          Eres muy desesperante a veces, aunque eso ya te lo he dicho.

–          A veces

–          ¡Qué extenso vocabulario el tuyo! ¿Lloras de nuevo?

–          Sí

 Y dijo esto secándose las lagrimas que ya escurrían por toda su cara, volvía a ser el mismo chiquillo de hace tres años, si bien había dicho que ya había superado esta etapa, el volverse a encontrar con Julia no le sentó bien. Pues a decir verdad, dentro de él, y como ella lo dijo una vez, en un “ventrículo de su corazón” se encontraba fresco aún el recuerdo de los días felices de un futuro ya pasado. Podría pensarse que un encuentro en esta etapa para Javier sería de lo mejor, pero si el encuentro implica que sea en una fiesta, al ritmo de la música, y con las mismas personas que estaban en esa misma noche, además del hecho de que era justo la misma fecha, seis de junio, y que Julia volvía a estar ahí, el choque de sentimientos era inminente.

–          ¿En serio no le dijiste nada?

–          La verdad es que sí. Le dije que aunque no me viera yo iba  a estar siempre con ella.

–          Jaja eso es una canción

–          Pero es cierto lo que dice, es lo que siento, bueno, lo que creo sentir

–          Tú tienes un problema y es que siempre te inventas historias, si de verdad le quieres ¿Por qué no le buscas?

–          Porque parece que esta mejor sin mí…

–          De verdad que tienes un problema

–          Sí, el problema es que le quiero. El problema es que aún no le supero…

Javier se alejo de Marco, ya un poco más calmado. Fue otra tarde de recuentro por cierto. Pasaran  al menos otros dos meses antes de que vuelvan a encontrarse. Javier está más tranquilo, está feliz. Tendrá dos meses más para intentar superar lo  que siente por Julia  de una vez por todas. 

Tus ojos

Hola, soy de nuevo yo. Sí, de nuevo yo. Lo que pasa es que te envío esto pues ayer te volví a ver.  O eso creí. No, espera, es correcto, eras tú. ¿Debí dudar por algún momento de que no fueras realmente tu? ¿Es que acaso esto es un sueño? ¿O es tal vez una película en la cual creo verte, regreso a ti, y al gírate hacia mi descubro que eres otra totalmente distinta? ¿Existe alguna otra persona en este mundo que comparta contigo todas y cada una de tus características?  No lo creo.  Y es que hace tanto que no te veo que poco a poco he olvidado tu cara, tu cuerpo, tu sonrisa. Mas lo que nunca he olvidado han sido tus ojos, esos ojos que desde el primer momento que los vi me enamoraron, esos ojos, que al verlos, hicieron que descubriera el universo.

                Puedes pensar que estoy mintiendo solamente para caerte bien, pero no es así.  Puedes pensar que solo digo esto para poder acostarme contigo, pero no es así. Puedes pensar que solo te digo esto porque me siento muy solo, pero no es así. Puedes pensar que solo te digo esto pues eres mi última opción, pero no es así. Puedes pensar que solo te digo todo esto porque estoy desesperado, pero no es así. Puedes pensar que te digo todo esto porque estoy enamorado de ti, y esto es así.

                No importa mucho que me digas que tienes prisa y que te tienes que ir. Está bien que solo me digas hola y de inmediato un adiós. Para nada me molesta que ni siquiera me lo digas realmente sino con una mueca. Estoy de acuerdo que me saludes a lo lejos. No me incomoda que tu novio este ahí esperándote y ya te tengas que ir. Entiendo que me sonrías cuando estas por despedirte en vez de darme un beso. Acepto que ya te hayas ido.

 

¿Te das cuenta como siempre nos volvemos a encontrar? Una y otra vez. Efímeramente, pero siempre nos volvemos a encontrar, y lo más importante, nos volvemos a reconocer. Esto es lo que yo llamo destino. Pues solo basta un segundo, un pestañeo para que de la nada surja todo lo que desde la primera vez me hiciste sentir. Y siento que tu pasas por lo mismo. No me lo dices pero lo entiendo, lo sé. No me preguntes cómo pero lo sé. Tu también lo sientes  ¿Si no te molesta o incomoda llamaré a esto amor? ¿Vale?

Me he desviado un poco, solo quería saludarte ¿Cuánto paso sin vernos? ¿Dos? ¿Tres años? He perdido la cuenta. No importa. Nos volveremos a ver, tenlo por seguro. Y cuando te vuelva a ver te volveré a decir lo que siento por ti. Cuando te vuelva a ver te diré de nuevo lo que tanto me gusta de ti: tu cabello, tus labios, tu sonrisa.  Claro, te lo diré al fin si es que puedo verte más de cinco segundos sin que tengas que irte.  Pero eso no importa, solo te pido una cosa, una y solo una que me hará feliz. Haz que tus ojos vean por mí.

Ahhh, sí, se me olvidaba, te quiero.

 

 

¿Cómo le llevo serenata?

Ya esta. Será en el carro y el sonido y una buena canción de Franco de Vita. Sí, eso le gustará, y mucho lo sé.Error. No tengo carro, no se manejar y ella odia a Franco de Vita. Mejor eso no. Cambio de planes. Piensa de nuevo, una vez más.

Ya sé. Esos de los que estan ahi afuera de «La sirena», vienen saliendo ¿Cómo les dicen? ¿Troqueros? ¿Grupito Cantinero? Esos son los correctos. Tocaran seguro «Belleza de cantina» Esa sí que le ha de gustar. Son los indicados no se hable más.
Equivocación. ¿Es que le estoy diciendo que es una cantinera? ¿Es que acaso es 1984? ¿Estoy acaso en un pueblo abandonado de la frontera? ¿No me alcanza para más? No troqueros, nada. Se merece algo mejor.

Listo. Esos que estan ahí en el kiosko, son tres, son un trio: «Los Ramirez» eso si que enamora. Mira a todo esa gente, como les aplaude, como los quiere. Seguro que me veré bien llegando con ellos y la guitarra, las maracas, hey ¿No es eso una canción de Joan Sebastian? Bueno esos serán. Puedo pagarles.
Mala idea. ¿Es 1943 o què estoy pensando? Un trío. No tengo 65 años. ¿Tocarán las de «Corazón de roca» ? ¡Qué estoy pensando! Un trio, vaya decisión, no creo que ella conozca alguna canción de esas, no creo que eso le enamore. Busquemos algo más nuevo.

Perfecto. Esa banda toca bien bien. Voy a esperar a que se acabe el baile y me los llevo ¡Qué bien les salen los corridos! Es algo actual, seguro se enamora, a todos le gustan los corridos y la banda, llegar en caballo. Legal, seré el rey de la colonia si llego con la bandona por un lado. ¿Podré conseguir una pistola? Que no tenga balas claro, solo para impresionar. Ya me estoy imaginando.

Que tonto que tonto. No soy un «chaka» ni me gustan los corridos mucho menos a ella. ¿Caballo? Menos me dan fobia. ¿Pistola? Me ha contagiado ese «Komander» con su música. Es más ¿Qué hago en este baile? Decidido esto no es lo mio.

Esto sí que será la onda. «La plaza del mariachi» ¿Por qué no vine acá antes? Hay mucho de donde escoger. Ellos se ven bien. Buen traje. Buen caminar. Buena voz. Son como 10, somo como 20 mil pesos pero que importa, ella los vale. ¿A quién no le gusta el mariachi? Todo el mundo los ama. Sus papás me van a querer. Su hermana me va a querer. Su colonia me va a respetar. Esto seguro funciona.

Ahora bien, viene la pregunta más importante de todas ¿Cómo le llevo serenata? Si justo donde ando, no está. No vuelvo a tomar, lo juro.