¿Cómo le hacen?

En serio. No mientas de nuevo. Quiero saberlo. De verdad. Dime, ¿Cómo le hacen? ¿Qué te dicen? ¿Que te prometen? ¿Que te invitan? ¿Qué te proponen? No te quedes callada y dime la verdad. ¿Cómo le hacen ellos para que aceptes salir? Y dime también ¿Por qué me rechazas tanto?

 

Seré analítico. A ellos, tus amigos, poco les conozco, guapos no son, al menos no más que yo, y yo no lo soy, así que por ahí no va. ¿Inteligentes? No creo, ni cerca están de mi, bueno, eso es presunción, pero desde el punto analítico es cierto. Más inteligente que ellos lo soy. Por ahí tampoco va la cosa. ¿Atléticos? Mucho menos ¿No alcohólicos ? Que va. ¿Ves como no encuentro respuesta lógica a este predicamento? Dime entonces tu la respuesta, que yo estoy perdido.

 

No es que no quiera seguir nuestra amistad como ahora. Así a lo lejos, sin escuchar siquiera tu voz ¿Hace cuanto que no se como hablas? ¿Hace cuanto que no te veo en persona? ¿Tu te acuerdas de mi? Si no fuera porque diario veo tus fotos, que tampoco son reciente, ya te habría olvidado por completo.

 

Ahora ves mi necesidad-deseo-pasión-interes-añoranza-ganas-ambición de verte de nuevo. Siempre ha estado presente ese sentimiento. Y el tiempo pasa, cosas pasan, y nunca doy con la formula. Y es cuando veo que ellos, al parecer, sin esforzarse, lo logran. ¿Cómo le hacen? De verdad necesito saberlo.

10 am

Hola, que bien que despiertas. Son ya las 10 am pero no importa, si quieres puedes seguir dormida, no importa, en cuanto a mi, tengo que ir a trabajar, si lo sé, es sábado, pero la oficina me reclama, tu no te incomodes sigue así, tranquila, sin pena, estas hermosa. Gracias por una magnifica noche, en serio, hacia mucho tiempo que no pasaba una igual, de verdad, muchas gracias.

 

A decir verdad no me quiero levantar, aun sigo mareado, creo que es la cruda, o quizás una de esas pastillas que me diste, ¿Qué eran por cierto? No te apures, no te voy a denuncia jaja, solo quiero saber que tanto me metí a noche. Dios que noche. No no soy creyente, es solo una expresión, es que en verdad fue como lo esperaba. Vaya noche. Hice bien en pasar por ti. Vaya que eres sí eres linda, en serio, no me digas que nadie te lo había dicho ya, ¿en serio? No te lo creo, pues bueno, eres hermosa, que bueno que soy el primero en notarlo. Creo que te quiero.

 

Me quede dormido. Ya son las 10 y media. Me tengo que ir, pero en verdad no quiero, quiero pasar todo este sábado a tu lado, no solo hoy, todo el fin de semana; quiero admirarte, exprimirte, conocer tus mas íntimos rincones, tus secretos, tus pasiones tus temores, saber todo de ti, es que a decir verdad, no recuerdo ciertas partes de anoche pero no importan, sé que fue genial. Tenía tanto tiempo sin despertar con alguien a mi lado. Gracias por esto. ¿Qué agradezco demasiado? Ya sé, tengo ese defecto, es que me gusta mucho saber del bienestar de los demás ¿Verdad que te la pasaste bien? Ya sabía. No creo, en verdad ya te quiero.

 

Se me esta quitando lo mareado, ahora si estoy listo para irme. Pero es que no puedo dejar de verte, esos ojos, ese cabello, esa boca, ese lunar, esos pechos, esas curvas, esa figura tuya ¿Cuántos años tienes? Así, somos de la edad, 25, que bien. ¿Te habían hecho antes estas preguntas ? Lo siento, soy un romántico. Me gusta conocer a las personas, necesito saber más de ti. Necesito saber todo de ti. No quiero que quede solo en esta noche. Te amo.

 

Que cosas digo, creo que sigo pedo, si lo mareado ya se esta yendo pero esta cruda empieza, ¿Te diste cuenta?, te fijas en todos los detalles, justo como anoche. Ahora si me tengo que ir. No importa , tu sigue ahí, acostada, frágil, delicada, bella, no pasa nada, no tengas pena, que digo, no creo que tengas pena. Perdón por lo de “te quiero” y por lo de “te amo” no suelo ser así, es el “Capitan Morgan” de anoche y nada más. Ya te dejaré. Solo deja que vuelva a admirar una vez este cuerpo mágico tuyo, así desnudo, ¡Vaya que es mágico! No me la creo que fue mio, que ayer fuiste mía, que fuimos uno solo. No me la creo.

 

Pues gracias por todo, eres tan linda, ya me siento mejor, será bueno que me vaya, de nuevo, gracias por todo Jade, mi Jade, solo mía, aunque solo por una noche pero mía al fin y al cabo, como ninguna otra. Gracias. Ah, se me olvida, sigue descansando, no importa, ya pague el cuarto, tu dinero esta sobre ese mueble, ya llame a un taxi, te estará esperando abajo. Gracias Jade.

¿Cuánto vale?

            No me digas que me vaya, no, aún no. Es temprano, mira la hora, apenas las 7 de la mañana, ¿Y si me quedo un rato más? No me niegues que no te gustaría. ¿Entonces? ¿Por qué me dices que me vaya? Ya. Es eso. Te da pena que alguien me vea aquí. Lo sé. No soy lo que “tus amigos” están acostumbrados a ver. Lo sé perfectamente.  Lo sé desde que me dijiste que me agachara para no ser visto por tus vecinos. Debí  suponerlo. Pero no me digas que me vaya justo ahora.  Apenas si salgo del sueño, apenas si estoy sintiendo que esto es real, apenas estoy sintiendo que esto realmente paso. No me digas que me vaya.

 

            Mejor dime, ¿Cuánto vale? ¿Cuánto cuesta estar aquí un rato más a tu lado? Digamos, una media hora. ¿Cuánto cuesta?  ¿Te molesta esa frase? No me lo tomes a mal. No estoy diciendo que seas una puta. ¿Lo eres? Verdad que no, no te enojes entonces. Pero dime en verdad, ¿Cuánto vale este momento? Estoy dispuesto a pagar lo que sea. Estoy dispuesto a pagar un día de mi vida. Solo no me digas que me vaya.

            Mira que hace frio. Mira que es muy temprano. Mira que nadie lo sabrá. Tranquila. No le diré a nadie de esto. Tu reputación seguirá intacta. Quiero suponer. Tranquila. Quizás si te llegue a mencionar, pero no diré tu nombre, no diré que te conozco, no diré donde vives, solo diré que pase el mejor día de mi vida. ¿Ves? Ya te he entregado un día. No me costaría mucho entregarte otro. Pero dime, ¿un solo día vale para seguir acá contigo?

 

            No me lo tomes a mal. No te enojes. Dame una última oportunidad. No mencionaré nada, es más, ya lo pensé bien. Nunca hablaré de  este día, mejor aún, nunca nadie, ni yo, sabrá  que paso. Si me preguntan que hice ayer  yo contestaré: “Lo de siempre, nada, estar frente a mi laptop, escribiendo algunas líneas de código, leyendo a Carlos Fuentes, stalkeando gente en Facebook, no hice nada”, sí, eso diré,  pero déjame quedarme un poco más. Dime que es gratis, dime que no me va a costar más que esto, dime que solo me va a costar el olvido, no importa, estoy dispuesto a pagar ese precio.

Pero dime en serio, ¿Cuánto vale estar aquí un rato más contigo? Estoy dispuesto a pagar lo que sea, hasta lo que me resta por vivir.

 

Y no es por ti

                Es que es demasiado tiempo estar sentado, y mucho más, si ella nunca piensa jamás volver.

Ahí está ella a lo lejos, no se ve tan guapa como siempre, ya no está de moda como antes, ya no es la misma que conociste. Y ya no es la misma de antes pues se ha ido de ti, te ha abandonado. Pero eso no es malo. No lo sientes así. Era necesario. ¿Y si no lo era? Eso piensas.  Por eso te has levantado temprano, por eso decidiste venir a este lugar, por eso has decidido estar aquí sentado.  Justo piensas que no era necesario su partida, pues mírate, estas ahí esperándole. Y ha dado resultado. Pues ha llegado. Mírale a lo lejos, ya no está de moda, ella te ha cambiado.

Acércate, así sin que te vea, sigue a lo lejos, sigue de incognito, sigue a la espera, pero acércate, no esperes más, la espera ya no vale. Recuerda que ya te ha abandonado y te ha dejado solo, por eso acércate. Mírale bien. Nunca piensa más volver. Date cuenta.

Estas justo frente a ella, pero ella no te ve a ti, ve a alguien más. Observa bien.  Vuelve a estar de moda. Abre tus ojos. Mira sus ojos, hermosos y  brillantes y amielados ojos. Mira sus manos, sus delicadas y blancas manos.  Mira su nariz, pequeña y con pecas, es perfecta.  Mira sus labios,  rojos y grandes, deliciosos labios que otras muchas veces besaste, hablan llenos de ilusión. Es cierto, es hermosa, es magnífica, es genial, es lo mejor que te pudo haber pasado en la vida, vuelve a estar  de moda.

Pero acércate más. Mira a su corazón.  Y míralo bien, date cuenta. Trata de sentirlo, así, a lo lejos, trata de ver su interior, ¿Puedes? Vuelve a intentar.  Siente su corazón. ¿Lo tienes? Tócalo. ¿Palpita? Así es,  ella lo encontró, ella te cambio, por amor. Dejare ir. Mira de nuevo a su corazón y date cuenta.  Late, y late con más fuerza de la que jamás imaginaste que podría hacerlo. Late su corazón,  y no es por ti.