Descuida

Ya no te voy a dejar mensajes nocturnos para que cuando despiertes te hagan el día.

No temas que vas a recibir mensajes diciéndote lo mucho que te quiero, cuanto me gustas, lo mucho que me gustan tus pecas, tus ojos, tu cabello, tu persona, ya no los vas a recibir.

Las tardes que dedique a pensar cosas eternas sobre ti, se han acabado, se han extinto, no mirare mas a la luna y pensare que eres como ella, no te igualaré jamás con la belleza de los astros.

Olvidaré todas las veces que escribí un poema pensando que lo ibas a leer, perdóname por pensar que lo harías, perdona también por aburrirte con mi prosa débil y sin sentimiento, con mis rimas sin sentido por decirte que eras mi todo, perdóname por pensar que eras mi cielo.

Y cuando vuelva a escribir de verdad créeme que no va a ser para ti , pues te voy a ofender. No recibirás mas mis mensajes nocturnos, no te llegaran mas mis notificaciones, no te llagara mas mi amor. Descuida, no volverá a pasar.

Descuida, te dejare de escribir cosas, poemas, canciones, historias, te voy a dejar de querer

Aguanieve

Fue cerca del pozo. Bajaron dos del cielo. Venían vestidos de blanco.  No puedo decir si eran hombres o mujeres pues no veía más que su silueta. Su vestido blanco los cubría por completo a excepción de las manos y del rostro,  el cual era cubierto por una mascara ( ¿o era su verdadera cara? ) del mismo blanco reluciente y a pesar que ya era de noche tenía un reflejo como el de la misma luna.

Yo iba caminando por ese sendero sin pensar en otra cosa más que en llegar a mi casa, pues como dije antes ya era de noche y andar por estos lugares no es para nada seguro, y menos cuando la ciudad está siendo protegida por esos raros hombres que han venido de lejos. Ya nada es seguro por aquí. Fue entonces lo que vi bajar.

Se dirigieron justo hacia mí. Uno de ellos se abalanzo sobre mí. Intente correr pero eran demasiado rápidos. Me dio un golpe y caí tendido y sin poder moverme sobre el sendero. Vi como el otro saco una especie de arma ( o herramienta, pero por la forma que me estaban tratando no podía ser otra cosa que un arma), una larga vara curva con la cual trazo un dibujo sobre todo mi cuerpo. Yo seguía sin poder moverme, entonces sentí como algo húmedo me llegaba a la boca, era una lagrima que ya se había escurrido hasta esa parte.

Entonces este ser creo que sintió lastima al verme llorar pues dejo de trazar figuras sobre mi cuerpo. Que equivocado estaba. Hizo un movimiento muy brusco y aunque no sentí dolor sentí desesperación y ansiedad al ver como mi pecho se abría en dos. Pude ver mis músculos, pude ver mis órganos, pude ver mi propio corazón latiendo muy rápido. El otro, el que me había tirado, saco un recipiente, por el color supe que era de oro,  dijo algo que no entendí y se fue al pozo.

Alcance a ver como llenaba ese recipiente de agua. Mientras, el otro, el que me había partido el pecho, hizo otro rápido movimiento y me saco el corazón. De  nuevo no sentí dolor. No sentí nada. Pude haber gritado pero no lo hice, y aunque quisiera estaba completamente inmovibilizado. No podía hacer nada.  Yo seguía vivo. Pues seguía consiente de todo lo que pasaba en ese momento. Algo había pegado a mi corazón. Era algo negro, casi tan grande como mi corazón. Nunca me sentí enfermo ni raro. Pero tenía esta cosa rara en mi propio corazón.

El del recipiente arranco esta extraña cosa de mi corazón y la arrojo al cielo, en ese mismo momento el otro lanzo fuego de quien sabe dónde y la cosa extraña ardió antes de caer al suelo. Tomaron mi corazón entre los dos y lo lavaron en ese recipiente. Al contacto con el corazón, el agua se congelo. Mi corazón estaba limpio entonces. Lo volvieron a poner en mi cuerpo.

El que me había partido el pecho hizo un nuevo movimiento y cerró la herida. El otro saco esa extraña arma/herramienta de dibujo y trazo sobre mi pecho, encima de mi corazón una marca. No conocía ese símbolo. Los dos se empezaron a alejar de mi. Pude moverme. Pude pararme. Y en cuanto lo hice estos seres se empezaron a elevar. Y antes de desaparecer en la noche pude entenderlos. Hablaron fuerte y dijeron: Es la marca de la profecía. Y en un grito los perdí de vista.

No les he vuelto a ver desde entonces.

Olas gigantes

Hoy fue el día más feliz de mi vida. Al fin me conociste. Yo no esperaba que sucediera, ni en mil años, estabas tan lejos de mi, y ayer estuviste tan cerca, fuimos uno solo ¿Es qué no estas feliz? Pues yo me siento el hombre más afortunado del mundo. Fue un año de diferencia pero al final me conociste. Y aun no me la creo como paso.

Una semana antes ya nos conocíamos pues eramos ya amigos virtuales. Me dijiste que escuchará una canción. ¿Cuál es el motivo para que la gente dedique canciones? Por que quieren decir lo que sienten de la mejor forma a las personas. Tu me dijiste que escuchará una canción llamada “Cobarde”. Supuse entonces que era yo un cobarde que no se atrevía a mirarte, que aunque te viera y te encontrará en la escuela solo me volteaba y hacia que no te veía. Por eso era yo el cobarde. No me atrevía a hacer nada más que tenerte como mi amiga virtual y nada más.

Yo quise dedicarte entonces una canción. Y te dedique la canción más melosa, más linda, la que decía lo que yo sentía por ti. Te pregunte que si no te importaba que fuera tan romántica ¿Qué pensarían tus amigos? ¿Qué pensarían mis amigos? Dijiste que no importaba. Y te la dedique, te dedique la canción “Compartir”. Por que eso era lo que sentía y quería en ese momento compartir mi vida contigo, quería estar contigo y solo contigo, compartir momentos felices, alegrías, tristezas quería compartir todo contigo.

TU entendiste muy bien que yo ya te quería. Y tu me querías a mi. Eso entendí, pues cuando te invite a salir aceptaste sin pensar. Al fin estaríamos frente a frente, yo podría ver tu rostro, tus ojos, tu cabello, tus pecas, sin temor a nada, sin agachar mi cabeza, pues no habría nada que temer ¿Se puede temer algo cuando deseas que ese algo pase? ¿Te puedo temer a ti, mi dulce crush? Que tonto al sentir miedo al estar a tu lado. Eso no importaba más pues hoy sería el día que por fin saldrías conmigo y por fin después de tanto tiempo hablaríamos en vivo. No más mi amiga virtual. No más fantasías. Sería real. Eres real.

Todo comenzó tan mal.

Perdón por no estar ahí a la hora especificada. Perdón por estar escuchando música en vez de estar escuchándote a ti. Perdon y mil perdones. Me acobarde.

A la hora indicada en el lugar indicado yo no pude llegar. Sentí tanto temor de no ser lo que esperabas. De no ser la persona que tu creías que yo era y por eso no fui. Ya sé que no quieres verme nunca más, y que fui el más grande tonto por dejarte plantada. Perdón de verdad por eso. Si de algo sirve te hace bien, pues como una flor, al dejarte plantada crecerás aun más hermosa. Veo que no funciona. A quien engaño. Mis halagos y mi destreza poética son tan buenas como mi facilidad de hablarte en persona. Pero lo puedo remediar. Dame una oportunidad. Solo una y ya ¿verdad que si me la darás? Yo sé que sí. Espera. Solo espera.

Te lo dije. Te dije que me dieras una oportunidad y así lo hiciste. Todo fue tan inverosímil ¿Quién iba a pensar que tendríamos amigos en común? Que suerte que tengo. Eres como me había imaginado. Tan genial. Igual de linda y más que en tus fotografías. Y tu voz. Tu voz es perfecta. Y se oye tan genial aunque estemos tan borrachos. Te ves ahora mejor. No, no estoy tan borracho aún. Te lo digo de corazón. Eres todo lo que yo esperaba. Me haces reir. Te hago reir. Creo que es amor.

Sabía que esa canción te iba a gustar. Y lo sé pues la has puesto toda la noche. Por eso te quiero más. Jaja, es la tercera vez que la pones. ¡Que tontita me pareces! Ven vayamos por allá. Estemos solos. Tu y yo y nadie más.

Hagamos un intercambio. Te gusta mi pulsera. Toma, es tuya, mi regalo por haberte hecho esperar hoy en la mañana. ¿Qué que es lo que quiero a cambio? ¿Qué mas puedo pedir? Mira la luna. Es junio, casi casi verano. No llueve. Estamos en este jardín. Cielo estrellado. Creo que lo único que falta y lo que puedo pedir no es más que un beso. Sí. Eso. Un beso tuyo. ¿Me lo das?

Tus labios, que labios. Tus ojos de cerca de verdad que parecen dorados. Tu cabello, tan suave. Y esas pecas.Si que eres mi oro, el primero.  Creo que estoy enamorado. ¡Y es nuestro primer beso! Te quiero te quiero. Hey que pasa.  ¿Qué ocurre? ¿A dónde me llevas? Ah, ya veo. No no tengo cara de tonto. Y no, no la quitare. Te acompaño.

No puedo creer que esto este pasando. De verdad que no me lo creo. Es tan perfecto. O casi. Mira a ellos. ¿Son tus amigos verdad? ¿Por qué murmuran? ¿Estas haciendo algo mal? ¿Yo hago algo mal? No temas, no te preocupes, déjate llevar. Imagina que estamos en el mar. Ven, vamos a nadar, yo te cuidare. Tomemos esa ola, ellos son esa ola, vamos, hay que “romperla”. ¿Qué como la rompemos? Pues no dejando de hacer eso que hacemos, querernos. ¿Ves como se están rompiendo? Espera, ahora yo tengo miedo, deja arreglo esto. Hey no te la lleves. ¿Quién eres? Sí, yo estoy con ella, ¿Quién eres tu? Ella se queda conmigo. Toma mi mano. Vamonos de aquí. De verdad que no temas. No les hagas caso, ellos que saben, no entienden, no saben lo que es el amor. Ahora ven, hay que brindar, pues esto es una fiesta y hay que festejar.

¿Qué bien que la estamos pasando verdad? Te dije que sería un día genial. Sí ya sé que la regué. No importa más eso. Bailemos un poco. ¿No sabes? Yo tampoco. Vamos a la pista. No pienses más en esos tus amigos, ni en los mios, hagamos de cuenta que no están ya. Hagamos de cuenta que esto es el mar. Vamos a nadar de nuevo. Hagamos que las olas exploten.

Me divierto mucho contigo. Te tengo una proposición ¿aceptas? ¡Qué feliz me haces al decirme que sí! No lo había planeado así. Pero es que me gustas tanto. Seamos un solo ser. Sin tapujos. Solos tu y yo. Hagamos un solo ente. Sin pensar en el que dirán. En los demás. Seamos felices. Claro que aceptas ¿Sabes por qué? Porque me quieres. Y me quieres tanto como yo a ti. Y así me lo demuestras. Tus caricias, tus besos, tu cuerpo sobre el mio, aquí en este lugar. Somos un solo ser. Por eso sé que me quieres.

  • Te quiero Jorge.
  • Te quiero Julia.

Sabía que me lo dirías. No quiero que esto termine. Quiero que esto sea eterno. Podemos alargar la noche si tu quieres. Aun no termine el día. ¿Quieres? Vamos a tu departamento. A por tu felicidad y la mía. Olvidemos la fiesta. Olvidemos a que vinimos. Abandonemos este lugar. Recuerda. Es solo el mar. Que importa que dejemos esas olas ahí. Ya lo sé. Parecen que nos odian. Yo no le temo ¿y tu? Lo sabía. Déjalas ahí entonces, en ese mar. ¡Que exploten esas olas! Es tiempo de irnos.

Bonito lugar. Parecía que nunca llegaríamos. En verdad esta lejos de esa fiesta. Y que mejor. Somos más libres que nunca. Ya ni estoy borracho. Ni tu. Por eso esto no es un error. No despertarás diciendo: ¿Qué hice? No dirás que esto nunca paso. Pues los dos queremos que pase.

Tus labios. Tus besos. Solo te veo a ti y no quiero ver nada más. Apaga la luz…

Cuéntame de tus miedos. Cuéntame de tus fantasías. Cuéntame de tus logros, de tus fracasos. Sí, aunque estemos así, aunque sigamos fundidos, unidos, cuéntame de ti. Cuéntame tu vida. Es que no se nada. ¿Y todas nuestras platicas virtuales dices? Eso quedo atrás, ya no eres virtual. Ahora eres real. Por eso apenas si te conozco. Quizás si te conozca. Pero te quiero reconocer. Yo te contaré de mi vida. Quiero que tu me reconozcas. Porque eso es amor. El mutuo reconocimiento de dos seres que se quieren y dan su vida el uno por el otro.

Me gusta que me abraces, y a ti te gusta por igual, lo siento, pues pegas tu cabeza a mi pecho ¿Escuchas mi corazón? ¿Ves como late por ti? Esta escrito. Jorge y Julia. Julia y Jorge. Esta ahora grabado en tu corazón. En el tuyo también ¿Verdad?

Mira la hora. Aún es 6 de junio. De verdad que pudimos alargar la noche. No, no me iré. Aquí me quedo contigo. Apenas es Lunes. Quiero que llegue el viernes. Quiero pasarme toda la semana aquí contigo, unidos, sin que nadie nos separé. Olvidar esas “olas” que quisieron apartarnos hace unas horas. Déjame ser esa parte que dices que tienes perdida. Déjame ser la parte que quieres recuperar en este tiempo que me pides. No piensas en tiempo. Solo pensemos en el ahora. Y que somos felices. No estoy loco, no borracho. Ni tu tampoco lo estas ¿Aceptas?